Momentos duros en su vida y problemas de salud mental muestra esta multimedallista en su documental que está en Netflix. Actualmente es de las favoritas en la competencia de Paris.

La gimnasta artística estadounidense Simone Biles regresó el pasado domingo al escenario olímpico. Lo hizo tres años después de sufrir en Tokio 2020 una crisis que la llevó a abandonar la competición y a alejarse de los gimnasios durante dos años. A sus 27 años, la deportista quiere inspirar a muchos en el mundo que consideran que ya no están a tiempo de lograr sus retos personales.

La renuncia de Biles en el 2020 fue una de las mayores llamadas de atención de un deportista sobre los problemas de salud mental que afectan a los atletas de élites. En su docuserie de Netflix “Vuelve a volar”, ella se sincera sobre su vida íntima y sobre como regresa al deporte con una renovada perspectiva. En la barra se despidió en Tokio y en la barra volvió este domingo en París, en la ronda clasificatoria por equipos, con una rutina de campeona que le valió 14,733 puntos.

La deportista ha sido ganadora de 37 medallas entre Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales, lo que la convierte en la gimnasta más aplaudida de todos los tiempos, tanto en la categoría masculina como en la femenina. En octubre del año pasado, hizo historia al ser la primera mujer en ejecutar el ‘Yurchenko Doble Pike’ en una competición internacional lo que hizo que ahora se le llame Biles II.