La final entre Philadelphia Eagles y Kansas City Chiefs se llevó a cabo en el Caesars Superdome de Nueva Orleans y tuvo una audiencia de más de 100 millones de personas en todo el mundo.

Uno de los eventos deportivos más esperados del año sin duda es el Súper Bowl, y con él, el show de medio tiempo que históricamente ha marcado niveles significativos de audiencia televisiva a nivel mundial.

Para la edición número 59 del espectáculo, el invitado fue el rapero estadounidense Kendrick Lamar quien se robó todas las miradas al interpretar un corto repertorio de sus mejores canciones, entre ellas la polémica “Not Like Us” en donde Serena Williams hizo una breve aparición bailando al ritmo de la música. Recordemos que dicha canción desató en el 2024 una disputa legal entre Lamar y el cantante Drake.

Fueron alrededor de 13 minutos donde el nacido en California brilló por su espectáculo con un show de luces y coreografías que inició con el actor Samuel L Jackson como maestro de ceremonias, y quien representaba al “Tío Sam”. Lo más particular de esta intervención fue la frase que dijo: “¡Este es el gran juego Americano!”.

 

Lamar apareció encima de un auto del que brotaron bailarines vestidos de rojo, blanco y azul formando la paleta de colores de la bandera de Estados Unidos. A medida que las canciones pasaban, los bailarines se distribuían por el campo de juego, mientras Kendrick interpretaba hits como Humble, DNA, Luther (con la participación de SZA) y All the Stars.

El rapero cerró su presentación con el productor Mustard con quien interpretó “TV Off”, una de las canciones más reconocidas de su último trabajo discográfico, GNX.