Sus nuevas fotos en redes sociales sorprendieron a millones de seguidores pues aparece con un look totalmente renovado, lejos de la imagen que la acompañó en los días de Dance Monkey.

Desde sus inicios, Tones and I era conocida por su estilo un poco fuera de lo común. Gorras, ropa ancha y una estética casi sin la intención de ser un referente mediático. Pero últimamente, sorprendió al mundo al mostrar una versión mucho más elegante y estilizada. La cantante australiana ha perdido peso y adoptado looks más modernos que la hacen casi irreconocible comparada con su imagen inicial. 

Su cambio no ha sido solo estético sino que también se ha abierto más a hablar de su proceso personal. En entrevistas recientes ha comentado que la presión pública sobre su apariencia fue constante, incluso admitiendo que, en un momento, usó prótesis para ocultar su rostro cuando sentía que no cumplía con los estándares del medio. Desde Dance Monkey lanzada en el 2019, cuando su fama explotó, ha atravesado etapas de introspección, autoaceptación y reinventarse ante una audiencia global que quería seguir viéndola “igual”. 

 

 

Pero una de sus jugadas más emocionantes ha sido la reciente colaboración con David Guetta y Teddy Swims en el sencillo “Gone Gone Gone”, lanzado a inicios de este mes.  En esa canción, Guetta combina su producción bailable con elementos de gospel y pop emocional, mientras Tones aporta su voz característica cargada de sentimiento, resultando en una buena fusión que ya está captando atención global. 

 

 

Esta nueva etapa, con su apariencia renovada y colaboraciones ambiciosas parece ser que Tones and I no solo ha cambiado por fuera sino que además está abrazando una versión más segura, poderosa y abierta en lo artístico. Su transformación podría marcar un punto de inflexión en la forma en que se percibe la identidad artística femenina en el pop contemporáneo.