A pesar de su explosión a los pocos minutos de su despegue, el equipo de científicos y su cabeza Elon Musk ve el lanzamiento como un éxito.

Tras un intento fallido de hace algunos días por cuenta de una válvula presurizante congelada, SpaceX tuvo la segunda oportunidad de lanzar la Starship, su gran cohete de dos etapas con el que Elon Musk quiere llegar no solo a la Luna, sino también a Marte.

 

El despegue se dio a las 7:33 am hora Colombia luego de una carga de combustible y un conteo regresivo sin problemas. Sin embargo, al pasar tan solo 4 minutos, el cohete no realizó correctamente el proceso de separación de sus dos etapas, lo que generó que explotara. La compañía lo denomina “desmontaje rápido no programado".

A pesar de esto, la actividad se consideró todo un éxito, pues la nave sobrevivió a la etapa MaxQ, el momento del vuelo donde experimenta la mayor presión aerodinámica. Allí existía una gran probabilidad de que se desintegrara, pero no pasó sino minutos después. Adicionalmente, con los datos obtenidos del despegue se podrá mejorar la confiabilidad del vehículo.