El mundo entero recuerda hoy a uno de los personajes más influyentes de la música electrónica, además de su lucha contra la depresión y alcoholismo.

´El Tim del futuro puede con el dolor. El Tim del futuro tolera el dolor mejor que el Tim del presente porque en el presente hay más dolores urgentes con los que lidiar´ eran algunas palabras escritas por el dj sueco desde una de las clínicas de desintoxicación por las que tuvo que pasar y donde se expresaba a través de escritos.

 

 

Desde sus 16 años tocaba y creaba sonidos con una esencia que se inmortalizaría años después. Sin embargo, siendo tan talentoso, como humano le costaba enfrentar el peso de la fama, pues sentía que jamás descansaba entre gira y gira. Por tal razón, el licor y las drogas se convertían en su desahogo generándole una pancreatitis en el año 2012, para el 2014 optaron por extraerle la vesícula biliar y el apéndice.

 

"Vuelves de gira una y otra vez. Esos días que pasé en el hospital fueron los días con menos ansiedad y estrés que recuerde de mis últimos seis años. Esas fueron mis verdaderas vacaciones, tan deprimente como suena” fueron palabras que resonaron en la mente y corazón de muchos colegas, tanto así que lo vieron como una alarma para cambiar su estilo de vida y hacer una pausa para re definir prioridades y buscar ayuda de ser necesario.

 

A pesar de haber hecho una pausa obligada dejando a un lado los tours para centrarse en su salud mental y equilibrio, tal vez lo hizo tarde. El dj ya ni podía controlar su mente y poco después de su muerte, se supo que la causa fue la gran pérdida de sangre que sufrió al autolesionarse para acabar con su vida. "Quería encontrar el balance en la vida para ser feliz y al mismo tiempo hacer lo que más le apasionaba, la música".